Hace tiempo que ni toco el blog, pero ya toca.
Al mes de poner la reclamación, más o menos, me llego una carta certificada en la cuál se indicaba que pueden dejar entrar y echar a quien les venga en gana gracias a un artículo de una ley de yo que sé que. La verdad, tampoco es que me fuera la vida en ello si ya había pasado un mes de aquello y casi ni me acordaba.
Pero bueno, la historia no acaba aquí. A mediados de Agosto fuimos a la Punta de San Felipe Pecci, Jose y yo, debido a que estos dos deseaban desfogarse por algunos sucesos que ya contaré en otra ocasión. Bueno, pues ese día la gente, no sé porque, iba a ir al Dreams, así que nos dispusimos a entrar. La verdad, esta gente estaba descojonandose pensando la de cosas que podían pasar si me reconocían, pero entramos sin ningún problema.
Ya dentro haciendo lo de siempre, bailar, conocer gente, fotacas... Vamos pasarlo bien, me voy a pedir un cubata, llego a la barra, me lo estoy pidiendo y en tal momento se me acerca el dueño...Temiendo lo peor pienso en cómo podría quitarmelo de encima. Total, este sujeto llega hasta donde estaba yo pidiendome el cubata y me dice:
-"¡Pedazo de discoteca, eh! Pues es mía. Jajajaja"
Imaginense mi cara de sorpresa cuando me dijo eso.
Y así acaba mi historia con esa discoteca, espero no tener que volver a ir, más que nada porque no me gusta demasiado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario